Síntesis Editorial IX [16/04 al 21/04]:

"Comencé esta síntesis preguntándome ¿Por qué leo? Y luego ¿Quienes son los responsables? y finalizo con una contra-pregunta ¿Es necesario preguntarnos para hacer algo?"

Esta síntesis, como todas, más que hilar, resumir o destacar algunas reflexiones de nuestros colegas, buscará generar una mirada exploratoria sobre las diferentes temáticas que recaen en este espacio.

Les pregunto a los lectores ¿Por qué leen?

Nuestra primera pregunta esta totalmente ligada a lo que el profesor Aldo Lobos titula en su publicación; ¿Por qué en Chile la gente no lee? En ella propone que existen argumentos para cuestionar algunas cifras sobre nuestra capacidad de lectura mensual y anual, pero en contraposición con lo que realmente se entiende al momento de efectuar el ejercicio de leer. Es interesante tomar en cuenta el concepto «ejercicio» tomado implícitamente en este artículo, ya que además el profesor propone una suerte de metodología o pasos a seguir para educar al lector. No obstante, el autor aterriza en esta reflexión y reluce su condición pedagógica, tomando en cuenta su disciplina y la ideología educativa, se cuestiona si realmente esta «educación al lector”, es ideal o cultural… es difícil adentrarnos al arte de la lectura si nuestra labor artesana carece de profesionalismo. El oficio, como algunos docentes señalan como símbolo de experiencia y resultados, para el autor no es clave del éxito y menos resultados. Se necesita una metodología capaz de generar una  proyección hacia un lector libre de la ingenuidad. Y al parecer en Chile somos muchos los ingenuos. Hablando de Chile y sus «resultados», el profesor Sergio Garrido, nos habla sobre como el discurso del éxito a toda costa cubre a la crisis interna de una educación chilena que se desmorona silenciosamente.

La crisis y el éxito, dos conceptos que se alejan de la mirada a futuro y pasar a ser consideradas como promesas populistas, donde quienes controlan el poder se suben al carro de la victoria cuando en su gestión esta prueba sube unos puntitos mas, pero si llegase a bajar, hablan de que ya es momento de cambiar o simplemente se lavan las manos, hay que culpar a la administración anterior… pero si subimos unos puntos ¿A quienes felicitamos? ¿Al ministro? ¿Al presidente? ¿Los profesores? ¿A qué se deben los resultados? …y nos quedamos con ese vacío, digno de nuestra cultura «chilensis»  deleitándonos cada vez que pasa algo extraordinario, donde llegamos a un éxito de cualquier índole , pero sin ningún método, sin procedimientos eficaces, o sea,  llegamos de pura «cuea»… Entonces el futuro de generaciones queda a la deriva.

Me quedo con esta frase o linda reflexión del colega; «Para una persona común el paso por la educación básica, media, superior es un proceso que marca la vida y que sus frutos no se miden solo por una renta. Hacia el 2010 siete de cada diez estudiantes de educación superior fueron primera generación de su familia en hacer ingreso a una de estas instituciones y ese simple hecho no puede ser visto de forma peyorativa.» Esta reflexión nos deja en claro que esta crisis no se puede medir con instrumentos estándar, ni menos generando una línea de proyección a corto plazo, ya que las políticas públicas en educación siguen siendo parte de la mirada propagandista o convicción ideológica de una administración política que obvia la mirada de una proyección profesional para saber como llegar a las metas y qué debemos hacer para cumplir a cabalidad los requisitos de una educación de calidad. Y por último el profesor Hugo Hinojosa nos propone un articulo cargado de anti-prejuicios, atacando totalmente al dilema moral del profesor, a la praxis en si misma, y como cumplir a diario nuestro ideal docente..

Comencé esta síntesis preguntándome ¿Por qué leo?  Y luego ¿Quienes son los responsables? y finalizo con una contra-pregunta ¿Es necesario preguntarnos para hacer algo? Hugo acierta con reafirmar en el docente su carácter de observador e interventor de la realidad social de nuestro país, el docente participa de la construcción de los imaginarios sociales, de la búsqueda de la moralidad y la transformación de los valores. Reflexiona además desde otro análisis implícito hacia el materialismo histórico y como esta maquina histórica va avanzando junto a sus paradigmas que ciertamente van mutando, pero además por más que avancemos hay que tomar en cuenta nuestra mirada ética, tanto como docentes y como ciudadanos, esta es tarea de todos.  Entonces Docentes ¿Se van a quitar la venda de los ojos?